La gran diferencia entre un gato y un mentiroso es que el gato tiene apenas nueve vidas. Mark Twain Nueve caídas le había contado. Nueve veces que la desgracia o la fortuna había lanzado sus dados y siempre apuntaban los números rojos. Nueve asaltos en un ring sin decisión unánime. Nueve comandantes y una revolución. Una novena de oscuros episodios que no tenían final feliz. Nueve pasos inseguros en una línea divergente. Nueve breves años duró la amistad entre los premios Nobel Vargas Llosa y García Márquez. Nueve frenéticas posiciones amatorias. Nueve enunciados concluyen este primer párrafo. Los números por algo existen. Si bien ellos hablan conmigo yo no con ellos, pero al menos sé que las estadísticas nos demuestran cuántas veces una variable puede afectar un fenómeno que ocurre de forma condicional o aleatoria. Estas estadísticas nos ilustran que durante un período de tiempo algo sube, baja o mantiene un buen equilibrio. El nueve, según l...