"Un beso en el muérdago. El muérdago puede ser mortal si se come.-Pero un beso puede ser todavía más peligroso." Catwoman.
Uno de los personajes más emblemáticos del cómic Batman es su enemiga femenina Catwoman o Gatúbela como la conocimos en español. La sexy mujer gato, tiene un turbulento pasado que se esconde bajo el antifaz de una criminal que asalta por las noches con un látigo en la mano.
Selina Kyle, provenía de un hogar disfuncional donde hay presunción de violación por parte de su padre quien mantenía fuertes discusiones con la madre. Selina escapa de su casa, se dedica a la prostitución y robo. Conoce a Batman decide dejar el sufrimiento y convertirse en los únicos amigos de la infancia: los gatos. Aunque Catwoman no era una asesina, si una criminal que entabla una relación amor-odio con Batman.
Este tipo de personaje con perfil de mujer sufrida y revindicada a través de la venganza, estas divas del mal son antagónicos memorables, han sido tema de literatura y también veneradas por la pantalla grande.
Pero no es necesario acudir a la ficción para darnos cuenta, que las mujeres también cruzan la línea de lo racional, se trastoca su psiquis y se convierten en personajes de la más fina crueldad. Porque existen las mujeres criminales, asesinas cuya belleza y ferocidad suele ser el afrodisíaco más estimulante para el público masculino.
Belleza. ¡Con cuánta facilidad te aferráis a los débiles! E. Báthory
Belleza. ¡Con cuánta facilidad te aferráis a los débiles! E. Báthory
¿Cuántos no han tenido fantasías con una hermosa mujer que los humille, sodomice, latiguee, amarre, golpee?. ¿Cuántos en su vida real, sin ficción han vivido la pesadilla de tener de cónyuge, amante, novia a las más perversas, manipuladoras, controladoras, ingratas que los dejan sin salario, sin carro, sin dignidad y autoestima, solo con la ropa que llevan puesta? Esas son las inolvidables.
La crueldad no tienen que ver con el género, la maldad está en el ADN del ser humano, siendo fieles a ser "herederos de Caín". Haciendo un recorrido por las mujeres asesinas y criminales de la historia presentan un perfil similar: suelen ser muy metódicas, frías, cuidadosas en sus técnicas de eliminación, pero cuando las mujeres queremos ser malas somos malditas. Si, malditas con todas sus letras y acentos.
La mayoría ha utilizado el veneno para aniquilar a sus víctimas, pero también hay féminas de la más cruel violencia y sadismo como la famosa condesa húngara Ezébet Báthory quien en su registro se le otorga el récord Guinesse por la muerte de 612 personas, que previo fueron torturadas en una mazmorra que tenía en su castillo.
Esta emblemática mujer por su desmedida maldad, ha sido tema de ensayos, protagonista en obras literarias incluyendo una novela de Cortázar, películas y se ha creado todo un mito alrededor de la brutalidad con la que torturaba a sus víctimas, cuya sangre la utilizaba en su rostro y cuerpo como tratamiento estético para no envejecer.
La perversa no solo ha sido una fuente de inspiración de la literatura, en el cine y la música son famosas esas "femme fatale" por las cuales las mujeres tienen la culpa de todas las desgracias masculinas, son frecuentes las frases: me desgració la vida una mala mujer, por el amor de una mujer. "De noche piel de hada, a plena luz del día Cruella de Vil" advierte un estribillo de Sabina.
Este recurso lo explica en su libro sobre cine Robert Pippin, quien señala que en los años 50´ Hollywood explotó este tema convirtiéndolo casi en un género que luego los franceses nombrarían "Cine negro". Fueron películas que tenían como tema hombres que se involucraban en el mundo del ampa inducidos o seducidos por una mujer. De alguna forma reforzando la dicotomía del poder y el sometido, en este caso mostraba a mujeres poderosas y a los hombres en desafortunados sumisos.
En la vida real son famosos los casos de las hermanas canadienses Caroline y Catherin quienes el año 2003 asesinaron a su propia madre, ahogándola en la bañera. La historia de estas hermanas, ha tenido muchos triller en la pantalla grande. La siberiana Olesya Mostosvschikova, tenía 27 años en el año 2009, cuando al calor de una discusión, mató con un hacha a una amiga, luego la cortó y se la comió. Este atroz asesinato, pareciera una mixtura de las películas: El resplandor y Hannibal. Lorena Bobbit, le cortó el pene al marido, mientras éste dormía. Griselda Blanco, la reina de la coca una criminal despiadada.
No podemos negar que existen mujeres tan malvadas que literalmente exprimen a un hombre convirtiéndolos en guiñapos humanos. Los índices de la maldad son estudiados por la psiquiatría criminal y hay un buen número de mujeres que entran por la puerta grande a los registros de transgresores de la ley y de muchos valores morales. Hay quienes no entienden como una mujer que es procreadora de vida puede quitarla y sobre todo la de sus propios hijos. ¿Síndrome de Medea?
La mayoría ha utilizado el veneno para aniquilar a sus víctimas, pero también hay féminas de la más cruel violencia y sadismo como la famosa condesa húngara Ezébet Báthory quien en su registro se le otorga el récord Guinesse por la muerte de 612 personas, que previo fueron torturadas en una mazmorra que tenía en su castillo.
Esta emblemática mujer por su desmedida maldad, ha sido tema de ensayos, protagonista en obras literarias incluyendo una novela de Cortázar, películas y se ha creado todo un mito alrededor de la brutalidad con la que torturaba a sus víctimas, cuya sangre la utilizaba en su rostro y cuerpo como tratamiento estético para no envejecer.
La perversa no solo ha sido una fuente de inspiración de la literatura, en el cine y la música son famosas esas "femme fatale" por las cuales las mujeres tienen la culpa de todas las desgracias masculinas, son frecuentes las frases: me desgració la vida una mala mujer, por el amor de una mujer. "De noche piel de hada, a plena luz del día Cruella de Vil" advierte un estribillo de Sabina.
Este recurso lo explica en su libro sobre cine Robert Pippin, quien señala que en los años 50´ Hollywood explotó este tema convirtiéndolo casi en un género que luego los franceses nombrarían "Cine negro". Fueron películas que tenían como tema hombres que se involucraban en el mundo del ampa inducidos o seducidos por una mujer. De alguna forma reforzando la dicotomía del poder y el sometido, en este caso mostraba a mujeres poderosas y a los hombres en desafortunados sumisos.
En la vida real son famosos los casos de las hermanas canadienses Caroline y Catherin quienes el año 2003 asesinaron a su propia madre, ahogándola en la bañera. La historia de estas hermanas, ha tenido muchos triller en la pantalla grande. La siberiana Olesya Mostosvschikova, tenía 27 años en el año 2009, cuando al calor de una discusión, mató con un hacha a una amiga, luego la cortó y se la comió. Este atroz asesinato, pareciera una mixtura de las películas: El resplandor y Hannibal. Lorena Bobbit, le cortó el pene al marido, mientras éste dormía. Griselda Blanco, la reina de la coca una criminal despiadada.
No podemos negar que existen mujeres tan malvadas que literalmente exprimen a un hombre convirtiéndolos en guiñapos humanos. Los índices de la maldad son estudiados por la psiquiatría criminal y hay un buen número de mujeres que entran por la puerta grande a los registros de transgresores de la ley y de muchos valores morales. Hay quienes no entienden como una mujer que es procreadora de vida puede quitarla y sobre todo la de sus propios hijos. ¿Síndrome de Medea?
En su libro Women Who Kill, Richard Glyn señala a un buen grupo de mujeres que ocupan distintos lugares en la crónica del crimen: envenenadoras, asesinas en serie, pirómanas, asaltantes, narcotraficantes, caníbales, viudas negras. Muchas de ellas son metódicas, calculadoras, frías y letales. A diferencia del libro de la periodista argentina Marisa Grinstein, "Mujeres Asesinas" que realizaron la serie de t.v. luego convertida en una franquicia de triller de mujeres, Richard Glyn no presenta a las mujeres como "víctimas" como lo hace Grinstein. La escritora argentina justifica a todas sus asesinas marcadas por una infancia de abusos, por violencia doméstica. etc. Está demostrado que muy pocas víctimas se convierten en victimarios.
Los patrones del comportamiento criminal son muy complejos, no necesariamente nacen o provienen de infancias y hogares disfuncionales. En la historia hay mujeres de la realeza crueles y despiadadas que han asesinado por celos, por mostrar poder o simplemente por sentir el placer de hacerlo, mujeres de clase alta, educadas, con profesión, así como mujeres que por cobrar un seguro, fueron dosificando arsénico a sus maridos hasta quedarse viudas.
Desquiciadas o no, perversas, psicóticas, malas, oscuras, maléficas, poderosas, crueles y despiadadas, muchos hombres se han visto tentados a tomar del narcótico de los labios de estas villanas y quienes los han probado ya saben que es beber del veneno mortífero de la belleza.
Por si acaso, me estoy dejando crecer las uñas y he pensado regalarme un látigo para mi próximo cumpleaños.
Uuhhggg.
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