"Me
enferman las mordazas en
las palabras"
Madeline Mendieta
Madeline Mendieta
En todas la culturas hay una
versión de la cenicienta. La más conocida es la del francés Charles Perraut que universalizó Disney a través de su espectacular mundo del cine animado, pero
está la del italiano Geambattiste Basile: La Gata Cenerentola. Sin embargo, la narración fue recopilada de distintas tradiciones orales de Europa y según
algunos estudiosos literarios, nos remonta al génesis con la historia de los
hermanos Caín y Abel, quien en un arranque de envidia desenfrenada Caín asesinó
a Abel con la quijada de un animal.
Según la teoría de los
replicadores evolutistas, el meme egoísta lo reproducimos genéticamente, de
generación en generación. De allí la premisa que todos decendemos de Caín y
replicamos la envidia, los celos y el egoísmo.
Recientemente, en nuestro
país recreamos la versión criolla de la cenicienta. Se realizó una actividad
conmemorando el día internacional de la mujer, en la cual estuvieron invitadas distinguidas
mujeres de varios sectores: institucionales, gremiales, empresariales,
medios de comunicación. No obstante, la embajadora de los Estados Unidos en Nicaragua, Laura Dogu otorgó un reconocimiento especial a la Dra Vilma Núñez de Escorcia por sus
56 años de trabajo en distintas organizaciones en defensoría de los Derechos
Humanos.
Al parecer, el galardón fue la
manzana de la discordia entre algunas asistentes al evento.
Después de compartir en
armonía, aplausos, brindis y sonrisas, apareció al día siguiente una carta firmada por un grupo de ministras que resintieron que la
embajadora Dogu, reconociera a la Dra. Núñez su trayectoria de labor por los
Derechos Humanos de Nicaragua. Las conjeturas se han multiplicado hasta llegar
a la especulación que estas ministras sólo firmaron presionadas por la
vicepresidenta y vocera del gobierno.
Aunque la revolución en los años
80´ les imprimió cierto protagonismo a las mujeres a través de sus diversas
organizaciones, todavía se mantienen esas oxidadas estructuras del socialismo
radical, donde los gremios de mujeres obedecen primero al partido y luego a sus
propios intereses. Por tal razón éstas se ensombrecieron y provocaron
nuevos liderazgos con oportunidades que dignificaron y la independizaron a las
agremiadas.
En los 90´ el divorcio total con
el partido Frente Sandinista se dio por el apoyo incondicional que a nivel
personal como gremial ofrecieron las mujeres a Zoyla América Narváez, quien
acusó en la Corte Internacional de Justicia al actual presidente Ortega de
violación. Algunas mujeres, como mencioné, mostraron su incondicional
disciplina partidiaria porque no cabe en ellas la duda razonable.
Desde su nuevo mandato el
gobierno del Frente Sandinista, no olvidó su promesa de restituir los derechos
de las mujeres dándoles cargos gubernamentales para cumplir con la cuota del
50/50, de tal manera que ostentamos mujeres al frente de la alcaldía,
ministerios, jefaturas de policía, ellas ocupan un puesto institucional pero
con una mordaza puesta porque no pueden brindar declaraciones de sus gestiones.
El pueblo de Nicaragua solo reconoce el timbre de la compañera vocera que a
diario recita los versos solidarios y las grandes victorias alcanzadas en la
segunda etapa de la revolución.
Pero fue durante la revolución de
los ochenta que la Dra. Vilma Núñez de Escorcia aceptó ser magistrada de la
Corte suprema de justicia, luego asumió como presidenta de la Comisión
Sandinista para la promoción de los Derechos Humanos que luego se derivó en la
actual CPDH.
Durante los 16 años de gobiernos
neo liberales, vimos a una incansable Dra. Núñez, defendiendo a los jóvenes
universitarios que reclamaban el 6% del presupuesto nacional, ellos levantaron
barricadas, enfrentados con la policía antimotines y en innumerables ocasiones
se sumaban a las huelgas y asonadas que promovían los sectores salud,
transporte liderados por el sindicalista Gustavo Porras. Hace unos años, la
Dra. Vilma, se solidarizó con los jóvenes de #ocupaInss quienes albergaron a
los desvalidos jubilados quienes fueron agredidos por la juventud sandinista y
empleados de la alcaldía.
La Dra. Núñez durante décadas
conoce de todas las arbitrariedades, violaciones, abusos a los Derechos Humanos
que se cometen en este país y en la
mayoría de los casos los poderosos se han hecho de la vista gorda.
A vista y paciencia de la
población, en este país se comenten a diario feminicidios y atropellos en
contra de las mujeres y la niñez. Pero lo más irónico es que las propias mujeres estamos
ejerciendo violencia contra otras mujeres. Me pregunto, a dónde queda la Igualdad
entre nosotras? la sonoridad y solidaridad que tanto gritamos a los cuatro
vientos? solo queda como un discurso onegenero, político y panfletario porque no
somos capaces de respetarnos entre nosotras.
Nos violentamos a través de
la censura, la invisibilización, discriminación, amenazas, incluso he visto en
las redes expresiones de "culito rico" "perra"
"estúpida" cuando se refieren a otras, usamos los mismos adjetivos que
tanto nos ofenden cuando nos acosan en la calle.
Entonces, si la violencia
viene de los hombres está mal, pero si la decimos nosotras, simplemente
argumentamos que es una "persona cuyas diatribas, insultos y prácticas en reiteradas ocaciones han ofendido al pueblo y gobierno" porque nuestros intereses se obnubilan por un puesto, un ascenso o un favor político.
Pienso que antes de
autoproclamarnos feministas, mujeres con nuestros derechos restituidos,
revisemos nuestra postura como tales y reflexionemos cómo nos tratamos con
nuestras pares, cómo desvalorizamos a las demás porque no comparten nuestros
criterios, cómo hacemos mofa y sorna de aquellas que no están a la altura de
nuestra ideología, creencia religiosa, posición social. Mujeres, primero identifiquemos dónde
están esos puntos de fisura y no adoptemos esos roles de las hermanastras
envidiosas y las sufridas cenicientas.
Sacudámonos el polvo de nuestra
miseria mental y no dejemos que los prejucios, las manipulaciones y
aberraciones de un sistema nos obligue a quemarnos vivas en la hoguera que
nosotras mismas prendemos.
Hola Madeline, como ves entrè a conocer tu blog. He leído algunas de tus entregas con mucha satisfacción y deleite... atinadas, balanceadas, bien escritas e interesantes todas. Te felicito y deseo que sigás haciendo patria desde aquí, como de cualquier otra trinchera que Dios disponga para vos. Paz y bien.
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