Tengo la fortuna de trabajar en lo que me gusta:
juntar escritores para una fiesta literaria. Quizás para algunos podría
resultar aburrido, imaginarán un grupo de envejecidos señores, de gafas
gruesas, que hablan sobre la relación espacial entre la demencia de Don
Quijote, de Cervantes, la transparencia
espectral de los personajes en Pedro
Páramo, de Rulfo y la abducción de Remedios la Bella, de Márquez. Se equivocan,
los escritores son personas que tienen mucho que contar, hablar y en su mayoría
tienen un gran sentido del humor.Centroamérica está de fiesta, y mi país Nicaragua es el anfitrión, no solo de las letras centroamericanas, sino de otras latitudes que apuestan por nuestros narradores a quienes les ha tocado una realidad en este continente comparada a la de Cenicienta, la cultura en nuestros países le ha tocado trapear las cenizas de la historia y nunca es invitada a los festines del poder económico y político.
Escribir en una región que impera la extrema pobreza, la falta de oportunidades educativas es realmente una gran hazaña, los escritores en su mayoría, tienen grandes obstáculos para labrarse una trayectoria profesional en la letras, oficio tan digno como cualquier otro y con un apostolado de la autodeterminación.
Contra viento y marea, Centroamérica Cuenta es la celebración de la palabra en la región, proyecto que visionó Sergio Ramírez, escritor de sólida trayectoria y un maestro de varias generaciones literarias, incluyendo la mía que no solo hemos asistido a sus talleres de cocina creativa, sino que aprovechamos las puertas y ventanas de las revistas: Caratula y El Hilo Azul, en la cuales escritores nóveles han encontrado un espacio de expresión.
Por que los espacios para la expresión cultural, cada vez más reducidos, se empiezan a ver como
piezas de un muestrario, como objetos raros para coleccionistas quisquillosos. La "civilización del espectáculo" acapara de forma avasallante, los medios tradicionales y quienes tienen proyectos editoriales, revistas, sitios web, programas de tv, con garras y dentelladas hacen que lo imposible sea real.
piezas de un muestrario, como objetos raros para coleccionistas quisquillosos. La "civilización del espectáculo" acapara de forma avasallante, los medios tradicionales y quienes tienen proyectos editoriales, revistas, sitios web, programas de tv, con garras y dentelladas hacen que lo imposible sea real.
Durante una semana, celebraremos la palabra, porque es la que nos une, nos da fuerza, nos empuja a creer en la libertad de pensamiento, a soltar las velas de la imaginación, a soñar con sociedades con acceso a los libros y a contenidos periodísticos de calidad, con crítica visionaria y no panfletaria. A no dejarse chantajear por el hambre y la necesidad de llevar el bocado a nuestros hogares a cambio de la mordaza de la censura y la correa de la domesticación partidaria.
Escribir, expresarse es el acto humano que tiene varios lenguajes, escrito, visual, icónico y todos son válidos porque en ellos se refleja el termómetro de una sociedad y si queremos conocer mejor la historia de un país, hay que leer a sus escritores.
La próxima semana, lo más selecto de la gama felina estará presente en distintos escenarios de Managua y León: Leones de fuertes rugidos, gatos monteses, panteras, leopardos, tigres de afilados dientes, gatas feroces y pumas rugirán con sus distintas voces literarias. Así como el musical Cats basada en los poemas de T.S. Eliot, Old Possum´s Book of Practical Cats, esta tribu felina maullará y rugirá conmemorando las Palabras en Libertad.
Esta fiesta no será posible, sin ustedes. Los esperamos.
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