Diario de un Gato

Zico, es un hermoso gato Libanés considerado el primer cronista de guerra en Beirut de los años 80´, este gato fue testigo de los ataques que las tropas israelíes realizaron para expulsar a la OLP de ese país. Zico nos narra:

"Cuando amaneció el día siguiente no me lo creía. Las bombas habían estado lloviendo toda la noche sobre las casas y los barrios. La temperatura había subido a causa de los incendios que ardían en varios lugares. Como el humo se me colaba por la nariz, supuse que algo estaba quemándose no lejos de nosotros. Me lancé a la ventana para respirar aire limpio y descubrí que el humo venía de la parte de la calle, pero también del resto. ¿Qué salida quedaba?

Emily Nasrallah (1931) es una escritora libanesa con una larga trayectoria como periodista, ensayista y novelista en el mundo árabe. En 1998 publicó Diario de un gato, que cuenta desde la mirada de Zico, un gato siamés, la terrible invasión perpetuada en Beirut en junio de 1982. Esta historia, le concedió varios premios internacionales, por narrar la guerra desde la inocencia de la pequeña Mona y Zico su mascota. "Hasta aquella fecha, la guerra no había sido más que una escena de película, una de esas noticias que se ven en televisión, pero aquel día pasó a ser una profunda herida en lo más hondo de mi memoria".

En el contexto histórico de Nasrallah es comprensible que ella corriera el riesgo que tiene escribir: siempre en situaciones de conflicto armado, hombres y mujeres de prensa ocupan el blanco perfecto para los ataques. Escribir es un acto peligroso; por tal razón Emily se da licencia narrativa de crear a Zico, darle voz y recoger en una crónica su experiencia durante la situación bélica, también ella quería contarle a las futuras generaciones la dureza de la guerra, desde la pureza de una mascota.

Es muy utópico decir, pensar que los periodistas y escritores siempre escriben en nombre de la verdad. Me pregunto. ¿Qué es la verdad?

Prefiero pensar que el coraje de correr el riesgo de publicar responde a la sencilla razón que igual que los médicos, periodistas, reporteros gráficos, escritores, camarógrafos, corresponsales están cumpliendo con un trabajo, que ellos escogieron es verdad, pero responden a las exigencias que el medio y el mercado les exige.

Los reporteros quieren cubrir la noticia, en medio de las balas, la censura, los accidentes, asesinatos, golpes de estado, trifulcas callejeras, tomas presidenciales, corridas de toros, bodas y conciertos. Todo aquello que se mueva es motivo de noticia, de reporte, de crónica. 

El mundo cada vez más mediático, cercano que se mueve con la rapidez de la fibra óptica transformó las oscuras y humeantes salas de redacción, en cubículos compartidos con la mejor tecnología  para divulgar la noticia casi de manera instantánea.

Este 1ro. de marzo en nuestro país, los hombres y mujeres que trabajan en un medio tienen señalada la fecha como el día nacional del Periodista. Quienes de manera independiente ocupan una computadora, una cámara para denunciar, informar, grabar, tweetear, investigar, registrar hechos no están animados de compartir esa celebración porque su trabajo es boicoteado.

El gremio está dividido porque el gobierno ha acaparado casi en un 80 % los medios televisivos, radiales, digitales y escritos. Los medios oficialistas siguen las letanías que al medio día reza la Primera Dama quien tiene como responsabilidad ser la única vocera de todos los ministerios del gobierno porque ministros, funcionarios, empleados se les aplica "La ley del bozal" y esto incluye a los periodistas quienes en gobiernos anteriores se han destacado por tener una crítica acérrima contra las arbitrariedades que se han cometido.

Las bombas ya no llueven en nuestro país, pero las granadas de la coacción, la tortura económica, el secretismo, la expulsión de prensa extranjera, la información a media tinta, sin contrastes ni comparaciones, son una pequeña muestra con lo que a diario batallan estos custodios de la noticia. Los medios independientes cada vez más limitados, acuden al malabarismo y la magia financiera para sostener un reducido recurso humano que realizan varias funciones para asegurar su puesto de trabajo. Pero a éstos los paga el imperialismo, eso suelen decir los herederos de Chávez.

Al parecer los únicos invitados a partir el pastel, son aquellos que a diario maquillan las noticias de color rosado fuccia, los que no cuestionan a la Compañera su absoluto control sobre todas las voces y pensamientos de los funcionarios, incluyendo al Compañero Presidente, los que no se alarman ante las escandalosas facturas de electricidad que el pueblo paga porque tenemos toda la ciudad cubierta de arbolatas iluminadas con energía pura y dura, los que dicen en sus reportes que no hay desempleo, que el Canal Interoceánico será la solución a todas nuestras miserias y el costo ambiental vale la pena que se pague, que no se inmutaron con el segundo período presidencial pese a que nuestra constitución prohíbe la reelección y la ocupación de cargos públicos a familiares.

Brindo por quienes todavía tienen la dignidad de ganarse el pan de cada día a pesar de las adversidades, los que palabra en mano imprimen los valores que el pueblo reconoce y que el pueblo también cobra.